Lo de la nieve se ha vuelto ya tan cotidiano que ya había hasta olvidado reportar la primera nevada. La primera nevada la observamos Oscar y yo después de comernos unas arepas donde La Ana Conda, el sábado 3.
La nota la escribo hoy porque la blancura del estacionamiento lo hace ineludible.
Nota filológica:
No encuentro referencias en internet a "el anaconda" (tratándose del animal y no de algún sujeto así apodado) aunque se me ocurrió que debería escribirse así, del mismo modo que escribe uno "el hambre" o "el agua".
De "la anaconda" encuentro un montón de referencias.