martes, octubre 16, 2007

A Sophie Germain

Durante años, Sophie Germain le escribió a Gauss como colega matemático, utilizando para ello como pseudónimo "Monsieur Le Blanc", ocultando así que era una mujer. Cuando, forzada por las circunstancias, Sophie le confesó a Gauss su secreto, éste le respondió:

Cómo describirle mi admiración y mi asombro al ver a mi estimado corresponsal Monsieur Le Blanc metamorfosearse en este ilustre personaje que presenta un ejemplo brillante de aquello que considero difícil de creer. El gusto por las ciencias abstractas en general, y sobre todo, los misterios de los números, es excesivamente raro: no debe asombrarse uno de ello: el embrujo de esta sublime ciencia se revela sólo a aquellos que tienen la valentía de ir profundamente en ella. Pero cuando una persona del sexo que, de acuerdo a nuestras costumbres y prejuicios, debe encontrar infinitamente más dificultades que los hombres para familiarizarse con estas espinosas investigaciones, es exitosa sin embargo en sobrepasar estos obstáculos y penetrar en sus más oscuros rincones, debe entonces sin duda poseer ella el mayor coraje, extraordinarios talentos, y genio superior. Ciertamente, nada podría probarme de manera más alagadora y menos equívoca que las atracciones de esta ciencia, que ha enriquecido mi vida con tanta felicidad, no son quiméricas, que la predilección con la cual usted la ha honrado.

Sin comentarios