En el monte
Cortan árboles de su propio bosque, y
de ellos extraen la madera que
utilizan para calentar la casa
en invierno
El fin de semana pasado me fui, por invitación de Lena, a casa de sus padres, cerca de Väddö, en Norrtälje, al norte de Estocolmo. Allí tienen una casa, con un terreno bastante grande. El terreno es una franja angosta, que toca un río en frente de la casa y se extiende hasta el báltico. Al frente de la casa tienen trigo sembrado (en realidad, el terreno está alquilado a un agricultor de trigo). Detrás hay un bosque, y finalmente el mar. En la casa tienen un rebaño de ovejas, y espacio para tirar para el techo. También tienen un trampolín...creo que se llama así, es una de estas camas donde te puedes poner a saltar, pero no de las inflables... en fin.
Nos bañamos en el río, jugamos ping-pong,
A la izquierda, una construcción
que antiguamente se usaba para
almacenar la comida, debido a
que mantenía la misma temperatura
todo el año, gracias a que está
construida bajo la tierra
kubb, badmington. Por cierto, jugamos una variante de ping-pong que no había jugado nunca. Juega prácticamente cualquier número de personas. La cosa es que los jugadores se ponen en círculo alrededor de la mesa, y van cambiando turnos, girando alrededor de la mesa luego de cada golpe a la pelota.
Quien falle algún lanzamiento 3 veces se sale del círculo. Finalmente, cuando queden sólo dos jugadores, esos se enfrentan en un juego normal pero a sólo 3 puntos.
Casi toda la familia de Lena estaba en casa: sus hermanas Ana y Sara, sus padres Maria y Olle, y su sobrina, la hermosísima Ronia (hija de Ana). Sólo faltaba su hermano, que no sé dónde estaba. Además, vinieron varios amigos de Sara, un batallón de adolescentes (tá bien, eran 4). Junto con los invitados de Lena: Tobias, Johan, Nina, Zhou Xu y yo.
En la casa tenían un tractor, así que nos montamos en la pala y dimos un paseo alrededor de los campos de trigo.
Además de la casa propiamente, tienen un establo donde guardan a las ovejas en invierno, y una construcción adicional donde básicamente guardan corotos y tienen el sauna. Por supuesto, me metí en el sauna, actividad de lo más nórdica. Lo más cool es salir del sauna directamente a la nieve, rodar, y luego volverse a meter en el sauna, pero como no es invierno, nos contentamos con salir al frío (haría 18 grados fácil en la noche) y ver cómo la piel hechaba humo.
La pasé de lo mejor.
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