domingo, marzo 18, 2007

Sigo en la oficina

Por razones que desconozco, he escrito pocas entradas últimamente. Creo que tiene que ver con el Nintendo Wii que me compré, pero no puedo asegurar nada. Claro que eso no quiere decir que no tenga cosas que podría contar.

Por ejemplo, que en septiembre pasado (ya sé, está añejo el comentario) la empresa se mudó de local. Las fotos de la entrada pasada son en esa nueva oficina (la anterior, debo dejar claro, era balurdísima, tanto que es mejor no acordarse).

La mudanza se realizó un poco a los golpes (un poco) así que cuando en efecto empezamos a trabajar en la otra oficina (que queda a unos 30 metros de la oficina vieja), no estaba todo listo.



Y ahí es donde comienza nuestra historia. Un día mientras yo trabajaba, afuera del edificio, justo arriba de mi ventana, estaba un pana arreglando no sé qué. La operación ameritaba colocar un camioncito lo más cerca posible de la ventana, y utilizar una plataforma telescópica hasta la ventana a arreglar.

Yo trataba de pasar por alto la presencia acrobática del obrero, pero la verdad me tenía un poco nervioso el pana balancéandose en la pequeña plataforma

Todo terminó bien, el pana dejó de martillar y bajó ileso a tierra firme. Sólo entonces pude trabajar en paz.

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