Prinsessan och vaktens sagan

El latin power. De izq. a derecha, Irene,
Wilian, Carlos, Kenlys

El viernes pasado se fue Kenlys, miembro del latin power. Regresó a su tierra del olvido, su Barranquilla. La extrañaré mucho. Como buena miembro (del latin power) estuvo siempre en las mayores fiestas, barbacoas, películas y demás actividades sociales en la que alguno de nosotros participaba.

Kenlys payaseando

Siento que tenía una unión especial con ella, debido a nuestra condición de consudamericanos, palabra que creo ella inventó con acierto. Además, a medio mundo de nuestras tierras, me dí cuenta de todo lo que nos une (a Colombia y a Venezuela), y de cómo, con insistencia y alevosía, nos han metido en la cabeza una desunión inexistente.
Me desvío. Esta entrada es para Kenlys. Extrañaré, esas cosas tan suyas: "claroooo", "por supuesto querido", "de dónde flores si no hay jardín", "ajá mijo" y tantas otras.

En el viaje a Sandhamn

En la primera fiesta de fin de término

En una cena para sus
compañeros de postgrado

Pero lo que más recordaré de ella, sin duda, son las caminatas a su casa luego de alguna fiesta. Su casa quedaba a 15 minutos de la estación de tren de Kista, y a ella, princesita mimada, no le gustaba caminar sola. Yo, que dejé a mi propia princesita tan lejos, la acompañaba feliz, angel de la guarda sin alas.

Adiós, princesita, adiós.