Empanadas de Salmón
Globalización, mestizaje culinario, herejía de buen sabor: Este fin de semana preparamos ese alimento quimérico que sólo puede salir de la conjunción de las tradiciones culinarias propias de venezolanos y suecos.
La idea la promovimos José y yo con voto en contra de Gaby y salvado de Oscar (que no se mete en problemas); al mismo tiempo que preparamos también las más tradicionales de queso, queso y jamón, dominó, pollo , carne mechada y carne molida (también hubo ligaditos hit de caraotas queso y carne molida, y muchos otros tipos de permuta).
Comimos como unos salvajes, y modestia aparte, nos quedaron buenísimas.
Aparentemente, el secreto a gritos que hace que las empanadas queden perfectas es ponerle un poco de harina de trigo a la de maíz.
Además, alegramos la velada con unas tonadas acompañadas por el cuatro de José, para mayor deleite del público.
Qué chévere
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