jueves, junio 28, 2007

La política y el idioma inglés

Traduzco desde el artículo en wikipedia del ensayo de Orwell:

Considere, por ejemplo, a algún cómodo profesor Inglés que defienda al totalitarismo ruso. Él no puede decir, directamente: "Creo en asesinar a los oponentes cuando se puedan obtener buenos resultados de ello". Probablemente dirá entonces:

Mientras abiertamente concedo que el régimen soviético exhibe ciertas características que bien pudieran ser deploradas por un humanitario, debemos, pienso, estar de acuerdo en que cierta cierta reducción al derecho a la oposición política es un inevitable hecho concomitante de los períodos transicionales, y que los rigores a los cuales el pueblo ruso han sido sometidos han sido ampliamente justificados en la esfera de logros concretos.

miércoles, junio 20, 2007

Envidia

Siempre me ha molestado que la gente diga "me da envidia de la buena". Todo es culpa del mandamiento aquél de que no envidiarás a la mujer del vecino, que confundió todo. El punto es que no envidies la mujer, porque ni modo que la clones para tener una igual. Envidiarle otra cosa no puede estar tan mal, a menos que creas que tienes que quitársela para tener algo igual.

En todo caso, esperaba que hubiera otra palabra que transmitiera mejor el sentimiento de desear tener algo que otro tiene, sin mayores connotaciones morales.

Todo esto viene a que les envidio, a Pipe y a Cronopio. Los envidio porque los leo y no puedo sino recordar a Borges, a la parábola de los talentos, y al fragor de trenes que tejen laberintos de hierro, y todo eso que me han dado y que aún no he escrito el poema, ni poema ni cuento ni nada, apenas un título y la primera oración:

Se llamaba Jane.

Se llamaba Jane, y me miró sonriente a la contraluz del oblicuo sol del invierno sueco.

Y se queda así. Me queda pensar que alguien que escribió "cuando despertó, el dinosaurio seguía allí" y ya eso era un cuento y lo lee uno en clases de literatura y todo.

Es que que más puedo escribir, si esa era la sombra que tenía que arrancarme, Julio dixit, y no hay mucho más que contar de esa australiana que me encontré caminando un día y me miró, intercambió conmigo un poco de eso que Iván Loscher llama lenguaje operativo, que estudió conmigo un par de meses en el SFI, esos meses de invierno en que la luz de la ciudad es breve, débil y soñolienta. Oblicua, pues.

Blodcentral

Esta entrada se relaciona con otra escrita hace más de 2 años.

Estando Cornelia pequeña, circunspectos doctores abrieron su pecho y le hicieron un punto de sutura, cerrando con ello un agujero que tenía su corazón. El procedimiento requirió una transfusión de sangre, en la que utilizaron sangre proveída por el Banco de Sangre (Blodcentral, en sueco).

Una noche me despedí de Cornelia y Sofía (Las annas) frente al edificio de blodcentral, lo que me hizo recordar que en Suecia es más fácil matar al rey que donar sangre. A Cornelia, en cambio, le recordó que hace poco le habían enviado una comunicación de Blodcentral, que decía que la sangre utilizada durante su operación no había sido suficientemente verificada como libre de enfermedades, que debía realizarse unas pruebas.

En ese momento les comenté que yo no puedo donar sangre en Suecia, como tampoco puede absolutamente nadie que haya vivido en suramérica por más de 2 años. Concluimos todos, que tal cosa, aunque sonara discriminatoria, tenía sentido, si tomaba uno en cuenta que nadie hacía las menores pruebas a la sangre y te lo avisaban 20 años después.

martes, junio 19, 2007

...y me verás volver

Porque hace 10 años se fueron, hace 10 días anunciaron que los veremos volver. ­­¿Será que espero 10 años más?

miércoles, junio 13, 2007

Perdón

Que no escriba casi nada, pero es que últimamente me he sentido muy subliminal.

miércoles, junio 06, 2007

Fin de fiesta

Él sábado 12 de mayo, justo el sábado después que llegara de Venezuela, me atreví a hacer una fiesta en mi apartamento, invité a un montón de panas y preparé algunos pasapalos. Compré, más que todo. He de anotar que hice el queso filadelfia bañado en caramelo y pimentón que hace mi mamá y ¡voló!... Aunque empezó un pojo floja (la fiesta) porque ese día era (¡oh, cruel destino!) el EuroVisión, que ningún sueco se pela por nada del mundo (una vaina así como el Miss Venezuela pero con gente cantando, pues), así que hasta las 12 no pasó nada demasiado emocionante por el lado musical porque la gente estaba viendo el bendito programita. Como muy bien saben mis lectores (es decir, mi mamá y este chamo...) no tengo cámara, así que no tomé fotos del evento. Tomé, sin embargo, fotos de lo que quedó (comentarios en el álbum en cuestión):














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