martes, marzo 22, 2005

Ajon

El papá de Ajon es de Etiopía (antes llamada Abisinia), y se fue hace cualquier cantidad de años a Tailandia, donde nació y creció Ajon (que, si no me equivoco, se dice Ayón, o en inglés A- John).

El asunto es que conocer a este pana es como conocer a la idea que uno tiene de un rastafari. Un tipo que parece estar permanentemente bajo la influencia de algún narcótico.

No sé si en efecto esté, el asunto es que siempre parece estar.

Es muy buena gente, y me parece inteligente, pero mejor no hagan una exposición con él. En la que hizo conmigo, alabó las voces de Destiny's Child, lo cual está bien, pero me parece inapropiado en una exposición acerca de Publicidad Móbil. Pero eso de verdad no le hizo ni sombra a lo que dijo en la exposición de mercadeo.

Resulta que hay un teoría acerca de la aceptación de los nuevos productos: los primeros que adoptan son innovadores, los segundos vanguardistas, luego algo así como mayoría y luego los rezagados. Algo así. Entonces el pana, para explicar el asunto dice (entre paréntesis lo que pasaba por mi cabeza):

Cuando yo era DJ en Bangkok (ok, a qué viene esto???) yo y mi compañero nos dimos cuenta que al poner música nueva (marico, qué estás haciendo????) que los primeros que se ponen a bailar son este tipo de gente a la que no le importa lo que los demás piensen (bue, qué carajo)......

Y así continuó explicando la curva de adopción, creo que llaman. Continuó explicando del producto que quiere realizar, a saber, un Gateway de VoIP. Allí quedaron todos no? pues es un software que permite hacer llamadas telefónicas vía internet. No voy a entrar en detalles....


Al final, el profesor le pregunta: muy buena tu exposición....pero me puedes explicar porqué le pusiste ese nombre a tu compañía? reviso el nombre, una cosa rara que en este momento no recuerdo. Entonces El Ajon empieza a explicar:

"Bueno, ese nombre es del Red District de Bangkok. (QUÉ????). Lo que pasa es que un día estaba hablando con una prostituta, y me dí cuenta que...." no seguí escuchando, era algo de palabrería medio budista de cómo una prostituta no sólo vende su cuerpo sino su alma y blablá.

Que loco, bro.

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