It was hot, the night we burned Chrome

En Diciembre de 2003, decidí que iba a aplicar a un postgrado en Suecia. Hice las deligencias necesarias para obtener todos los recaudos. Uno de ellos era presentar el IELTS. En Venezuela, eso lo administra el British Council, así que allá me fuí. Una de las cosas que me preocupaban era en qué consistía el examen, qué tanto tenía que prepararme. No recuerdo cómo me dí cuenta que tenían una biblioteca allí, y que te permiten sacar libros con sólo pagar la membresía. Saqué, por supuesto, un par de libros de estudio para la prueba en cuestión. Pero también saqué una compilación de literatura de ciencia ficción. Era un libro grueso, así que leí unas pocas cosas. Entre ellas, The Land Ironclads (Los acorazados terrestres). Un cuento corto de H.G. Wells, publicado en 1904, que preconiza la creación del tanque de guerra.

Pero la historia que en realidad me fascinó del libro fue Burning Chrome (Quemando a Cromo), escrita por William Gibson. En ella Gibson se figura la realidad virtual, infinita información convertida en imagen. Él la llama la matriz. Que quede claro que el hombre inventó el término, el cuento fue publicado en 1986 (cuando las computadoras personales tenían menos poder de procesamiento que los celulares actuales y las pantallas podían mostrar sólo caracteres en verde). Tanto me gustó, que en estos días estoy leyendo Neuromancer, una novela completa que se desarrolla enmarcada en el mismo escenario que el cuento, y que había buscado sin éxito en Caracas y más recientemente en Barcelona.

Hay una película, protagonizada por Keanu Reeves (!). De nombre Johnny Mnemonic, basada en un cuento del mismo autor, no sé si habrá alguien que la haya visto.

Lo otro es que tengo a mi disposición Ghost in the shell, una película animada japonesa, que también tiene paralelos interesantes con The Matrix, sólo que fue hecha 4 años antes. El que no esté claro con eso puede confundirse cuando en la secuencia inicial aparece el fondo negro con carácteres verdes que Matrix volvió famosos.

Me encanta darme encontrarme con estas cosas. Es como una etimología de las ideas.